Glorieta de Colón
El ex jefe de Gobierno Marcelo Ebrard, el mismo que construyó la Línea 12 que se desplomó, anda de caradura haciendo campaña con Morena en la Ciudad de México, aunque la verdad es que no queda claro en qué les puede ayudar. Por lo pronto en el ánimo no, porque no suena para nada convincente de que los candidatos que apoya van a ganar.
Ebrard estuvo ayer con Hannah de Lamadrid, aspirante a la Alcaldía Coyoacán, con quien presentó el proyecto “Pabellón México, para transformar el Barrio de Santa Úrsula, donde está el estadio Azteca, sede de la inauguración del Mundial 2026. Le preguntaron a Ebrard si en caso de que Hannah no gane también lo van a mandar a la FIFA, no respondió, ni siquiera para dar ánimos de que van a triunfar.
Luego, al preguntarle si estaría de acuerdo en que se amplié la Línea 2 del Metro de Taxqueña al estadio Azteca y que él pudiera asesorar en la obra, Ebrard dijo: “No, no me corresponde, le toca a la Secretaría de Obras, necesitan técnicos que lo hagan”. La Línea 12 lo va a perseguir siempre.
Hannah, reventar la elección
Y ya que andamos en Coyoacán, De Lamadrid volvió a evidenciar su estrategia de reventar la elección, en la que por cierto ella hizo campaña anticipada. Ahora hasta afirma que se quiere robar la elección el candidato del PAN, PRI y PRD, Giovani Gutiérrez, alcalde con licencia. “Están comprando votos”, según ella, a pesar de que el partido que tiene esas prácticas y todo el dinero para ello es Morena, que presiona a los beneficiarios de los programas sociales para que voten por los candidatos de su partido, e incluso los promotores del Bienestar se quitaron los chalecos guindas y andan haciendo campaña con cargo a la nómina de la Secretaría.
‘No me amenaces’
La ex alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, ya está peor que la canción “No me amenaces” de José Alfredo Jiménez, por aquello de que “estás que te vas, y te vas, y te vas, ¡y no te has ido! Ahora, por órdenes de Dante Delgado, dueño de MC, y de su jefe político, Ricardo Monreal, pospuso de nueva cuenta su conferencia de prensa en la que seguramente se iba a pelear con los dos únicos aliados políticos que le quedan.