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Alertan a la SEP que además de riesgos por portación de armas, hay consumo de drogas entre alumnos

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de octubre, (CDMX MAGACÍN).-En un exhorto a la titular de la Secretaría de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, la diputada local independiente, Andrea Vicenteño Barrientos, pidió reforzar los protocolos de inspección en planteles educativos y emprender una campaña informativa sobre los peligros en la portación de armas y uso de medicamentos como drogas.

La legisladora lamentó el caso del alumno que apuñaló a su compañero en la secundaria Técnica 314 “Blas Galindo”, ubicada en Av. de las Palmas s/n, col. Lomas de San Lorenzo, Iztapalapa.

Demandó como prioridad hacer más activas las acciones para aplicar la Guía para la prevención, detección y reacción ante la presencia de armas en las escuelas, así como el Protocolo para la Protección y Cuidado de Niñas, Niños y Adolescentes en la revisión de útiles escolares.

Dijo que no basta con dar parte a las autoridades policiacas sobre el caso, sino emprender medidas urgentes y coordinadas para evitar aumente la violencia en las escuelas.
Vicenteño Barrientos, manifestó su preocupación, porque alumnos mexicanos repliquen acciones de violencia y uso de fármacos, como en Estados Unidos.

Por ello, hay que actuar de inmediato, sobre todo en secundaria, para detener esas acciones que atentan contra el bienestar y seguridad de los alumnos.

La presidenta de la Comisión de Juventud, informó que padres de familia detectaron otros casos de estudiantes de secundaria, sobre todo en Iztapalapa, que portan armas y usan como estupefacientes, los medicamento para las vías respiratorias como la Loratadina y el Ambroxol.

No obstante, “se guarda silencio”, aunque han detectado, situaciones similares a las que se descubrieron hace seis años, en Estados Unidos.

En el vecino país los alumnos llevan armas y , consumen jarabe para la tos y las alergias, como droga de moda.

Esa situación, precisó, la están copiando niños, adolescentes y jóvenes mexicanos, por carencia de acciones conjuntas entre instituciones educativas, de seguridad y padres de familia.

“Es nuestra responsabilidad, alertar de esos riesgos a nuestros jóvenes y adolescentes para frenar la violencia y las adicciones en los planteles educativos, antes que se convierta en un caos”, subrayó.

Vicenteño Barrientos consideró urgente emprender acciones, incluso con el Consejo Ciudadano de Seguridad y no guardar silencio ante ese peligro.

Reveló que de acuerdo a información científica, el uso en exceso de esos fármaco, provoca inicialmente un estado de euforia y alucinaciones, así como pérdida del sentido de la orientación y del tiempo.

Destacó que debe haber un acercamiento y coordinación permanente con los padres de familia, porque a partir de la pandemia, aumentaron los casos de violencia y uso de fármacos, por fácil acceso en los hogares.

Vicenteño Barrientos, consideró que maestros y padres de familia deben actuar de inmediato para definir una estrategia que evite que los jóvenes busquen no sólo medicamentos, como opción para drogarse, sino formas de fugar sus trastornos violentos.

Consideró necesario no solo concientizar a ese sector de la población sobre los peligros sobre la violencia, sino también por el abuso y consumo de dichos medicamentos como droga.

Necesitamos campañas de alerta en todos los planteles y no acciones que limiten el uso delpresupuesto, con afanes de ahorro que causan daño a la seguridad y protección de alumnos.

Agregó, que de acuerdo a especialistas contra las adicciones y violencia, esos casos usualmente comienza entre los 12 y los 18 años de edad.

Por ello, condenó que en aras de ahorros presupuestales en las escuelas de la Ciudad de México, desaparecieron las plazas de médico escolar, psicólogo, orientación y trabajo social.

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